22 feb 2013

Dos cascos de gladiadores tracios

Buscando bibliografía para mi trabajo, ayer topé con estas dos preciosidades en el catalogo de la exposición "Sangue e arena" que se pudo ver en Roma entre los años 2001-2002.  Ambos me parecieron espectaculares no solo por su conservación sino también por la belleza artística.

La función del casco de los gladiadores era, evidentemente, de protección evitando los golpes en la cabeza, pero además, y también muy importante, ayudaba a mantener la autoconfianza, así el gladiador se convertía en una maquina de pelear, inhumano que mata, pero que al mismo tiempo, por no ser humano, puede ser matado sin escrúpulos.  

Pongámonos en el lugar de un gladiador, tenemos nuestro casco puesto, para comenzar y es inevitable siempre pasa cuando no podemos rascarnos, comienza picarnos la nariz, hace mucho calor ahí dentro y el sudor nos empieza a caer, también en los ojos a pesar de que el acolchado interior absorbe parte del liquido, lo peor de todo es que no nos podemos limpiar el que nos pica en los ojos.  Pero la situación empeora, cuando comenzamos a movernos nuestro cuerpo necesita oxígeno, así que tenemos la sensación de faltarnos aire.  La visión es casi nula desde detrás del casco a penas se ve nada y la arena está llena de trampillas que pueden provocar un tropezón que daría ventaja a nuestro contrincante, perdiendo entonces la lucha y la vida.  Además tu yelmo tiene una característica específica: la cresta que hace que cuando te atacan tengas que agacharte más y más rápido para evitar el golpe.

En este caso tenemos dos cascos. Ambos de gladiadores tracios o thraex.  Son característicos de este tipo la cresta en forma de grifo.  

El primer casco fue encontrado en Pompeya, se encuentra en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, ha sido datado en el periodo neroniano-flavio.  




Es característico de este tipo de cascos en esta época la  la curvatura hacia abajo de la visera y la abertura de celosía, que ocupa toda la parte superior de la visera.  Este tipo de casco es el llamado de thraeces, se caracteriza por el lophos que culmina en un grifo prótomo de los gladiadores murmillones o oplomache, en la que aparece la cresta suave.  Ademas estaban decorados con plumas y crin de caballo que se insertaban en las muescas en los lados de la tapa de la cresta.

Este yelmo es atribuible a un thraex, presenta en la parte superior una decoración marina, en la parte frontal  esta una ninfa franqueada por dos delfines y dos conchas de caracol marino.  En el ala tiene incisas las iniciales "MCP"

Este otro casco también fue encontrado en Pompeya y también puede verse en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.  





Se trata de un yelmo de cúpula semiesférica, con un ala ancha y recta y un visor que cubre toda la cara dejando solo dos aperturas circulares enrejadas para la visión, estas características nos ayudan a datar el yelmo en el periodo julio-claudio. En la parte delantera, que simula una corona aparece una palma, esta estaba destinada al vencedor de los combates. La visera está decorada con dos escudos redondos (parmae), bajo cada uno de los cuales aparecen  representadas dos lanzas entrecruzadas. En la parte inferior de los orificios enrejados para los ojos hay dos cierres y sobre estos unas bisagras para poder abrir y cerrar esta parte de la visera. El cimero, curvado hacia delante termina en un grifo.

El gladiador tracio completaba su armamento con un pequeño escudo rectangular (parmula) y una espada pequeña de filo curvado (sica), grebas (a modo de espinillera pero que cubría desde la parte superior de la rodilla hasta la parte superior del pie, una protección para el brazo, hombro y espalda y un cinturón protector.  


5 comentarios:

  1. Muy didáctico, estan bastante bien las observaciones, gracias Mª Engracia, me vendrá genial para el trabajo de Cultura Material. Saludos

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  2. Efectivamente este post "Dos cascos de gladiadores tracios" está muy bien y aporta información veraz. Para más información al respecto:

    -M. Zarzalejos Prieto, C. Guiral Pelegrín y Mª P. San Nicolás Pedraz, Historia de la cultura material del mundo clásico. Col. Adenda, Uned. Madrid, 2010. pp. 155-164

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  3. son de hierro o de cobre??¿¿¿

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