Todos sabemos de aquellos galos que llegaron hasta Roma y la saquearon. Los autores nos dejaron referencias en sus textos de este hecho de una forma bastante ambigua puesto que Roma había sido una víctima y eso no gustaba al coraje romano.
Cuentan que los galos habían llegado a Chiusi liderados por Breno, el jefe de una de las tribus galas. Los romanos sabían de él y estaban sobre aviso, así que tenían al ejército preparado al norte de la ciudad. Pero los romanos fueron derrotados y se desperdigaron. Los galos, viendo que no había nadie que se lo impidiese llegaron hasta Roma. La ciudad no estaba defendida por nadie, no había ejército porque había sido reunido para evitar su llegada junto al río Alia. ¡Incluso las puertas estaban abiertas! Los galos que creían que todo era una trampa esperaron pacientemente acampados frente a la ciudad, pero al no pasar nada se decidieron a entrar. La poca población que aún estaba en la ciudad estaba atrincherada en el Capitolio pero algunos senadores, muy ancianos, decidieron permanecer en sus casas esperando al invasor. Vestían su toga y estaban esperando en el vestíbulo de sus casas. Fue un galo el que se encontró con uno de estos viejos senadores, que permanecía sentado sobre su silla de curul, inmóvil. El galo, algo bobo si lo pensamos, creyó que era una estatua y sin pensarlo dos veces tiró al anciano de la barba. El senador colérico le dio un bastonazo en la cabeza al galo que respondió con la espada. Así comenzó una matanza donde todos los que no estaban en la ciudadela fueron degollados sin contemplaciones y en a penas unos minutos.
Esta invasión gala ocurrió en el siglo IV a.C. pero hubo muchas con anterioridad a esta y así nos lo cuenta cuenta Dionisio de Halicarnaso. Nos dice que hacia el 524 a.C. hubo una gran invasión de la Campania por parte de etruscos que estaban establecidos en el valle del Po debido a hordas celtas que los presionaban en sus tierras:
"En la LXIV Olimpiada, durante el arcontado de Milcíades en Atenas, los tirrenos que habitaban cerca del golfo Jonio y que, con el tiempo, fueron expulsados de allí por los celtas, y con ellos
los umbros, los daunios y muchísimos otros bárbaros, intentaron destruir Cumas, la ciudad griega en el territorio de los ópicos fundada por los eretrios y los calcidios, sin más justo motivo para su odio que la prosperidad de la ciudad" (VII, 3, 1)Tito Livio nos cuenta que esa presión ya venía existiendo desde el año 600 a.C.
"Bien es verdad que no voy a negar que los galos hayan sido conducidos a Clusio por Arrunte o por cualquier otro clusino; pero que quienes atacaron Clusio no fueron los primero s que cruzaron los Alpes es un hecho comprobado. En efecto, doscientos años antes de atacar Clusio y tomar Roma, pasaron los galos a Italia; y los primeros etruscos con los que lucharon,a menudo, los ejércitos galos no fueron los clusinos, sino, mucho antes, los que habitaban entre los los Apeninos y los Alpes." (V, 33, 1).
Se puede seguir leyendo sobre los celtas (galos) durante el capítulo 33 hasta el 35.
La arqueología nos deja más clara esa presencia, que además debía ser bante habitual: en Volsinii había en el siglo VI aC un personaje llamado Catacus, forma etrusquizada de Katacinas, que estaba perfectamente integrado en la ciudad. El nombre aparece sobre el arquitrabe de una tumba donde se puede leer "Yo soy Aviles Katachina" ([m]i aviles katacinas) haciendo referencia a que la tumba pertenece a este personaje.
Un ejemplo más de esta relación estrecha entre pueblo etrusco y galo-celta es la famosa escultura de bronce del Marte de Todi, realizada en la ciudad de Volsinii, que fue dedicada al dios del mismo nombre por un tal Ahal Trutitis.
También en el mismo yacimiento de Todi se encontró una inscripción galo-latina dedicada a este dios.
Celtas/galos y etruscos convivían con total normalidad en Italia. A pesar de las numerosas incursiones que sus vecinos realizaban, las relaciones entre ambas poblaciones eran, como hemos visto, a tenor de las dedicaciones , de lo más naturales.
Foto: Autora
Dionisio de Halicarnaso "Historia Antigua de Roma", ed. Gredos.
Tito Livio "Historia de Roma desde su fundación", ed. Gredos.
GRIMAL, P. "Historia de Roma" ed. Paidós.
TORELLI, M. "Historia de los etruscos" ed, Crítica
Foto: Autora
Dionisio de Halicarnaso "Historia Antigua de Roma", ed. Gredos.
Tito Livio "Historia de Roma desde su fundación", ed. Gredos.
GRIMAL, P. "Historia de Roma" ed. Paidós.
TORELLI, M. "Historia de los etruscos" ed, Crítica
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