10 ene 2016

Un hombre lobo en .... ¡¡la antigua Grecia!!: El mito de Licaón.

Licaón era rey de Arcadia, hijo de Pelasgo y Melibea.  Un día que Zeus se presentó en su palacio, y pensando que no era un dios sino un suplantador, le sirvió una macabra comida: un rehén, desmembrado y cocinado.  Zeus entra entonces en cólera y convierte a Licaón en hombre lobo y además mata a sus 49 hijos con rayos.  Esta es su historia según Ovidio:




«Licaón ya ha sufrido la pena, dejad de preocuparos. Os diré cuál ha sido su crimen, cuál ha sido el castigo. La mala fama de la época había llegado a mis oídos; con el deseo de que sea falsa, desciendo de la cumbre del Olimpo y, siendo un dios, recorro la tierra bajo aspecto humano. Sería muy largo enumerar todo el mal que encontré por todas partes; la mala fama era sin duda inferior a la realidad. Había atravesado el Ménalo erizado de guaridas de fieras, y los pinares del helado Liceo, y el Cilene; entró en la sede y el inhóspito techo del tirano arcadio cuando el crepúsculo vespertino trae consigo la noche. 



Di señales de que había llegado un dios, y la gente se puso a rezar. Al principio Licaón se ríe de las súplicas piadosas; luego dice: “Comprobaré si es un dios o un mortal con una prueba evidente, y la verdad no ofrecerá dudas”.



Se dispone a acabar conmigo durante la noche con una muerte por sorpresa, mientras estoy entumecido por el sueño: ¡eso es lo que él considera una comprobación de la verdad! Y no se contenta con eso; con su puñal corta la garganta de un rehén enviado por el pueblo Moloso, cuece en agua hirviendo una parte de sus miembros aún palpitantes, y asa el resto colocándolo sobre el fuego. Tan pronto como lo sirvió en la mesa, yo, con la llama vengadora, derribé la casa sobre los Penates dignos de su dueño. 



El huye aterrorizado, y al llegar a un paraje silencioso empieza a aullar, e intenta hablar en vano; la rabia de su carácter se acumula en sus fauces y emplea contra los rebaños sus habituales ansias de matar, y también ahora disfruta con la sangre. Sus ropas se transforman en pellejo, sus brazos en patas; se convierte en un lobo, pero conserva huellas de su antigua imagen. Las mismas canas, la misma expresión violenta, los ojos brillan igual, su aspecto es igualmente fiero."


OVIDIO, "Metamorfosis", I, 210-240.

Licaón era rey de Arcadia, hijo de Pelasgo y Melibea




En la mitología griega, Licaón (/ laɪkeɪɒn /; griega: Λυκάων) fue un rey de Arcadia, hijo de Pelasgo y Melibea, que, en la versión más popular del mito, probado Zeus sirviéndole la carne asada de su hijo níctimo, con el fin de ver si Zeus era verdaderamente omnisciente. A cambio de estos actos horribles, Zeus transformó Lycaon en la forma de un lobo, y mató a otros cincuenta hijos de Lycaon con relámpagos; Níctimo fue restaurado a la vida. [1]

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