Foto: Película "Gladiator"
En Roma todo aquello que rodeaba a los gladiadores estaba relacionado con la magia y la superstición. Se decía que la sangre caliente del gladiador sacrificado curaba la epilepsia y que cuando una mujer iba a contraer matrimonio tenía que separarse el pelo con una lanza utilizada en la arena por un gladiador que hubiese muerto durante la lucha.
Pero además su imagen en los sueños podía predecir con qué clase de mujer te casarías, así nos lo cuenta Artemidoro (150 d.C.). Si te enfrentabas en el sueño a un gladiador, dependiendo de cual, ibas a encontrar una determinada esposa:
Así que, según este autor, si sueñas con un contendiente traex (tracio) te casarás "con una esposa rica, astuta y con afán de protagonismo." Artemidoro llega a este conocimiento haciendo un análisis de las armas que este gladiador blandía en los espectáculos, nos dice: "Rica, porque él está cubierto de armas pesadas; astuta, porque su espada no es recta, y dispuesta a sobresalir porque este gladiador es el que ataca".
Si tu contendiente es un mirmillo, entonces te casarás "con una mujer hermosa, discretamente adinerada, fiel, amante de su casa y obediente al esposo, ya que este tipo de adversario cede terreno, está bien protegido y su panoplia es más completa que la precedente".
En el caso de un secutor, tienes que saber que tu cónyuge será "bella y pudiente, pero que se mostrará muy orgullosa debido a su fortuna y será la causante de múltiples males, pues esta clase de combatiente persigue siempre."
¿Y si tu contrincante es un retiarius? Cuidado entonces porque tendrás "una compañera pobre, lujuriosa, callejera y pronta a ceder ante una proposición."
Si en cambio es un hippeus "predice que la esposa será acaudalada y de buen linaje, pero con poco seso."
Pero si es un essedarius tu pareja "será perezosa y fatua."
Cuando en tu sueño te enfrentas a un provocator, se "augura una mujer de bellas formas y bonita, pero coqueta y sensual."
Por último, si sueñas con un enemigo en la arena como el dimachaerus, tu esposa "será una envenenadora, o, por el contrario, malvada y fea."
Visto lo visto mejor no soñar con gladiadores, en el siglo XXI, además de llevarte un buen susto por encontrarte con un personaje de estos en tus horas de descanso, las mujeres no salen demasiado bien paradas de la descripción ¡menuda pesadilla!
Fuentes:
ARTEMIDORO, "la interpretación de los sueños" para Gredos, 1989.
GRANT, M. "Gladiators. The bloody truth", England, 2000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario