"El mito narra que en el desenfreno del combate, Set le saca a horus un ojo y Horus le arranca a Set los testículos. Dado que Horus es el halcón cósmico, identificado con el universo ordenado en su totalidad, sus ojos son el sol y la luna. Su mutilación ocular provoca que el mundo quede en tinieblas, en una situación caótica propia de los tiempos anteriores a la creación.
Set retiene el ojo de Horus en la parte oriental del cielo y Tot, el dios ibis de la sabiduría esotérica, amigo de Horus, ce su ala a fin de que los dioses puedan acceder a los lugares donde se encuentra Set e interceder para recuperar el ojo de Horus. Finalmente, es el mismo Horus quien recupera el ojo, bien mediante la violencia, bien, simplemente, pidiéndoselo a Set. El universo vuelve a ser cosmos ordenado y el ojo se convierte en el principio de recreación y, por tanto, de resurrección. Este hecho lo hace uno de los símbolos más importantes de la soteriología y la magia egipcias. Se trata del udyat, que en lso textos funerarios es ofrecido a Osiris, el dios muerto, y a todos los difuntos para hacer que resuciten, y que en la iconografía aparece con finalidades profilácticas y resurrectoras."
CERVELLÓ, J. (2003)
"Aire. Las creencias religiosas en contexto" en
Atropología de la religión, Barcelona.
Reproducción realizada por mi amigo, el artista Angel Kuenka.
Próximamente su obra podrás disfrutarla en su exposición
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"Mil millas Nilo arriba"
Para más información y ver su obra pincha aquí.
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