A pesar de que mi alemán no es nada bueno (aún) cuando en la cena pre-Navidad dos catedráticos se pusieron a hablar de este libro, y con lo poquísimo que pude entender, me enamoré de él. Un libro de cuentos infantiles, en alemán y muy "especial", así que lo añadí a mi lista de los Reyes Magos.
"Der Struwwelpeter" ("Pedro el melenas"), es el título de este librito tan especial. Fue escrito por el Dr. Heinrich Hoffmann y publicado en 1845.
Heinrich Holffmann nació en Frankfurt el 13 de junio de 1809 y murió en la misma ciudad el 20 de septiembre de 1894.
Trabajo como médico en prácticas en la gran epidemia de cólera en Halle, tras estudiar medicina en la universidad. Más tarde se dedicó a la práctica privada. En 1835 lo hace en una clínica estatal y como profesor de Anatomía en Senckenberg. Pero el trabajo que más lo marcó fue el que realizó en el manicomio de esta ciudad, especializándose en Psiquiatría clínica. En 1851 ocupó el cargo de Director de dicha institución y trabajó para encontrar nuevas terapias para el tratamiento de la esquizofrenia cuando en aquella época a penas si se trataba esta enfermedad.
Fue un pionero en su tiempo, además de un gran erudito: promovió la libertad de prensa y asociación, la igualdad de los derechos de los ciudadanos (incluyendo a los judíos) y durante la Revolución de marzo de 1848 contra el reinado del príncipe, escribió ensayos políticos y la canción "Escucha mi pueblo". Hoffmann fue un hombre de centro, liberal, abogaba por una monarquía constitucional bajo el liderazgo de Prusia y era miembro del Pre-Parlamento que preparaba la primera Asamblea Nacional de Alemania en la iglesia de St. Paul en Frankfurt.
Además, el Dr. Holffmann escribía poemas y comedia satírica. Pero fue cuando nació el primero de sus tres hijos, Carl Philipp, decepcionado por no encontrar un libro adecuado para su hijo, cuando comenzó a escribir relatos infantiles que recopiló en un pequeño libro que regaló a su hijo unas navidades. Este es el libro que en esta entrada nos ocupa.
Animado por su amigo Carl-Friedrich Loening, en 1845, se decidió a publicar el libro con el título Lustige Geschichten und drollige Bilder für Kinder (Historia divertidas e ilustraciones chistosas para niños) pero que más tarde pasó a llamarse Der Struwwelpeter (Pedro Melenas). La primera edición del libro tuvo 1500 ejemplares y fue reimpreso varias veces e incluso se tradujo a varios idiomas.
No fue el único libro que publicó para niños, hubo cinco más, aunque ninguno llegó a ser tan popular como Der Struwwelpeter. Sus historias rezuman escepticismo hacia todo tipo de ideología impuesta y disgusto por la cerrazón religiosa, filosófica o política.
Der struwwelpeter, título del libro, es el personaje principal de uno de los cuentos que incluye la obra. Todas las historias están narradas en verso, en ellas un niño con algún vicio o "malcomportamiento" es protagonista y al final de su historia recibe un severo castigo por no cambiar su mala conducta.
Aquí dejo la traducción (de Victor Canicio) de dos de los cuentos, el que da título al libro y mi favorito:
- Der Struwwelpeter (Pedro el Melenas) trata sobre un niño que no cuida su higiene por lo que es muy impopular:
¡Aquí está, nenes y nenas,
vean bien a Pedro Melenas!
Por no cortarse las uñas
le crecieron diez pezuñas,
y hace más de un año entero
que no ha visto al peluquero.
¡Qué horroroso! -¡Uy, qué miedo!
¡Encontrármelo, no quiero!
- Die gar traurige Geschichte mit dem Feuerzeug (La Trágica historia de Paulina y las cerillas). Paulina es una niña que juega con unas cerillas y muere quemada por ello a pesar de las advertencias de unos animalillos.
Los papás de Paulinita
la dejan sola en casita
La niña corre, jugando
con su muñeca y cantando,
hasta que -¡Oh, maravillas!-
ve una caja de cerillas.
"¡Qué juguete! ¡Qué bonita!",
-dice, al verla, Paulinita:
"Voy a probar a encender,
como mamá suele hacer"
Pero Mina y Minz, las gatas,
alzan a la par sus patas
y chillan:
"¡Ay, miau, miau, no, no, Paulina!
¡Terminarás quemadita!"
Paulinita desatiende
el buen consejo, y enciende,
como se ve en la figura,
la cerilla -¡ay, qué locura!-
mientras salta de contento,
sin descansar un momento.
Pero Mina y Minz, las gatas,
levantan, locas, las patas:
"¡Tu mamá te lo ha prohibido!",
le dicen, con sus maullidos:
"¡Ay, miau, miau, no, no, Paulina!
¡Terminarás quemadita!"
Las llamas -¡ay!- han prendido
en la manga, en el vestido,
la falda, la cabellera;
¡Se quema la niña entera!
-¡Ay!- Mina y Minz, las gatitas,
¡cómo chillan, criaturitas!
"¡Auxilio!, ¡Ayuda, por favor!
¡Arde la niña, oh, pavor!"
"¡Miau, miau, traigan agua!
¡Qué espanto! ¡Miagua, miagua!"
La niña -¡qué gran tristeza!-
ardió de pies a cabeza.
Quedaron sólo cenizas,
y rojas, dos zapatillas.
Y Mina y Minz, las gatitas
lloran, lloran ¡pobrecitas!
"¡Qué tragedia, miau, miau miau!
¿Cuándo vendrán, papáu, mamáu?"
Y derraman, tristemente,
de lágrimas un torrente.
En el libro hay muchos más cuentos pero os dejaré que vosotros mismos los leais en la publicación española:
Pedro Melenas : historias muy divertidas y estampas aún más graciosas (1987)
Hoffmann, Heinrich
José J. de Olañeta, Editor
Casi toda la información la he obtenido de Wikipedia en alemán y español, del ISBN para la obra en castellano y del propio Struwwelpeter Museum en Frankfurt.
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