Cuentan que San Vicente Ferrer caminaba por Morella cuando acuciado por el hambre llamó a la puerta de una casa muy humilde pidiendo algo de pan. En la casa no quedaba ni una miguilla, pero la dueña reconociendo al hombre santo le hizo pasar y le agasajó con una comida muy peculiar: su hijo.
Puso la mesa y en ella sentó al santo y dejó la olla con tan peculiar comida. Pero el santo advirtió que aquello no era ni conejo ni pollo y apiadándose de la mujer devolvió la vida a su niño.
Es uno de los milagros que se le otorgan al santo Vicente y que ocurrió allá por el 1414.
Fuente: http://lalaviajera.com/
Ahora veamos este otro relato:
Ovidio nos lo cuenta así:
«Se dice que Júpiter llegó para hospedarse en casa de Licaón, hijo de Pelasgo, y que forzó a su hija Calisto. De esta unión nació Arcade, que dio su nombre a esa región. Pero los hijos de Licaón quisieron tentar a Júpiter para ver si era un dios. Mezclaron carne humana con otro tipo de carne y se la sirvieron en un banquete. Cuando Júpiter se percató de ello, airado volcó la mesa, y fulminó a los hijos de Licaón. En ese lugar más tarde Arcade fortificó una ciudad que es denominada "Trapezunte". Júpiter transformó a su padre en figura de lobo.» (Higinio Fábulas CLXXVI).
Jan Cossiers, Jupiter et Lycaon © Museo del Prado
Ovidio nos lo cuenta así:
«Di señales de que había llegado un dios, y la gente se puso a rezar. Al principió Licaón se ríe de las súplicas piadosas; luego dice: “Comprobaré si es un dios o un mortal con una prueba evidente, y la verdad no ofrecerá dudas”. Se dispone a acabar conmigo durante la noche con una muerte por sorpresa, mientras estoy entumecido por el sueño: ¡eso es lo que él considera una comprobación de la verdad! Y no se contenta con eso; con su puñal corta la garganta de un rehén enviado por el pueblo Moloso, cuece en agua hirviendo una parte de sus miembros aún palpitantes, y asa el resto colocándolo sobre el fuego. Tan pronto como lo sirvió en la mesa, yo, con la llama vengadora, derribé la casa sobre los Penates dignos de su dueño. El huye aterrorizado, y al llegar a un paraje silencioso empieza a aullar, e intenta hablar en vano.» (Metamorfosis I, 219).
En realidad es el mismo relato contado por dos autores diferentes.
Ahora veamos este otro mito que nos cuenta también Higinio:
«Cuando Pélope, hijo de Tántalo y de Dione, hija de Atlante, fue troceado por Tántalo y servido en un banquete de dioses, Ceres se comió uno de sus brazos. Pélope recobró la vida por voluntad de los dioses. Habiéndosele ensamblado los demás miembros tal como habían estado, Ceres ajustó en el lugar del hombro mortal, uno de marfil.» (Fábulas LXXXIII).
Jean-Hugues Taraval, Le repas de Tantale, Versailles, Musée national du château et des Trianons
Fuente: http://utpictura18.univ-montp3.fr/Nouveautes.php
Un mito similar, que igual os venga a la mente al leer estos otros es el de Tereo, Progne y Filomela, pero si os fijáis bien no tiene alguno de los elementos más característicos de estos otros que ahora veremos.
Aunque es cierto que estas historias no son iguales al 100% sí que vemos ciertos parecidos: el dios griego o romano o en el caso de la primera el Santo que es una persona con una relación muy especial con Dios; también el banquete que además es en honor al dios o Santo; la carne humana, por supuesto; que en algunos de los mitos además es resucitado y "rehecho", podemos ver una cierta relación entre todas ellas, una evolución incluso, pero con adaptaciones al tiempo y al mito que quiere transmitirse, por ese motivo, el caso de San Vicente Ferrer tiene algo de diferente y es por el barniz cristiano al que es sometida la historia donde sobre todo debe destacar el carácter "amoroso".
¿Vosotros no veis las similitudes? ¿Conocéis algún cuento, mito, leyenda o historia que contengan los mismos elementos?
Por cierto, para saber algo más sobre el mito de Licaón y su conversión en hombre lobo podéis pinchar aquí.
Excelente análisis de estas historias y las similitudes xe sus elementos mas importantes!!
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