16 jun 2024

Sobre la serie "Those About to Die"

 



Con ganas de disfrutarla como lo que es: ficción histórica ambientada en la antigua Roma con una lectura interpretada de Vespasiano como protagonista.

Y punto.

No es Historia, ni es un ensayo, ni se ha rodado con el fin de que la critiques para demostrar lo mucho que sabes de Roma.

Un espectáculo y un ejemplo más del SÉPTIMO ARTE.

RECUERDA: el artista puede hacer sus propias interpretaciones, puede tener sus propios puntos de vista, puede tomarse las licencias que quiera.



28 may 2024

Reseña: "Sapiens. De animales a dioses" de Yuval Noah Harari

 



Manipulador, distorsionador, simplista, negacionista científico y humanista, desconocedor (adrede) de la evolución histórica.

Utiliza como ejemplos de creaciones del mito a todas las religiones, especialmente la cristiana y la musulmana, pero la judía (que es la suya, no. Ya que entiendo que la considera la única verdadera, según él).

No hay que fiarse de un libro de "historia" recomendado por famosos de la vida cultural, económica y política, pero que carece de recomendaciones por parte de historiadores y filósofos. Desde luego, si eres un lector asiduo y tienes una mente crítica, enseguida te darás cuenta de que este libro sigue esa corriente populista y negacionista que está tan de moda. Lo importante hoy no es conocer y saber; es conseguir llevar la razón, aunque sea manipulando y mintiendo; conseguir que el otro crea que está equivocado.  Eso es lo que hace este autor. Estas líneas argumentativas tienen un problema: que el autor se contradice una y otra vez en sus ejemplos. Además de que para darles peso se apoya en datos científicos, pero sabemos que esto es simplista y que todo es mucho más complejo. La ciencia no es irrefutable y la se construye con hipótesis y réplicas. Nada es blanco o negro en ciencia y menos aún en la humanística. Manipular los datos tampoco lleva a dar una lección de realidad. No se puede conseguir argumentar correctamente con datos seleccionados y tergiversándolos, a no ser que el objetivo del autor sea llegar a su propia conclusión, es decir, su opinión, no el hecho histórico.

 Su éxito radica en que es fácil de leer y en que expone ideas que de por sí son muy polémicas (nos encantan las ideas polémicas) y que son complicadas de contraargumentar. Pesimista, destructivo, irónico. Un libro para venderse como rosquillas, pero que no aporta nada a la ciencia histórica ni a la divulgación científica.

Como lo mío es el mundo romano, y hace a él varias muchas referencias, voy a poner algunos ejemplos:

Dejando de lado preguntas como ¿qué hubiese pasado si los neandertales hubiesen servido en las legiones romanas? Pregunta que no tiene cabida ninguna en un trabajo serio sobre Historia de la Humanidad. Fijémonos en algunos ejemplos extraídos del libro:

Como especialista no entiendo por qué califica a los legionarios romanos del siglo II como “teístas”, es decir, seguidores de theos (dios) a la batalla.  Afirma que consideraban las prácticas religiosas de los demás como extrañas y heréticas. Dato sin fundamento. Todos sabemos que los romanos, como todas las religiones politeístas, tenían una religión sincrética, en la que todos los dioses tenían cabida y eran asimilados y reinventados.

Retoma (¿cómo no?) la anécdota de que Calígula nombró cónsul a su caballo favorito, Incitatus, cuando ya está más que asumido que era una crítica hacia él que parece que tiene más visos de ser un reto hacia el senado romano por parte del emperador.

El impero romano, afirma, se basaba en un orden imaginado según unos mitos compartidos por los romanos.  Esta afirmación es simplista.  El imperio romano existió debido a muchas consecuencias de la evolución histórica de Roma.

Comparar la Roma de Valente con la Tikal de Chak Tok Ich’aak es de un simplismo absoluto.  Sus paralelos son puras coincidencias.  Si el autor quería buscar dos mundos que coincidiesen, sólo tenía que buscar en la historia y alguno encajaría en su argumentación.

Afirma que el imperio romano hubiera sido complicado que se mantuviera sin moneda, pero muchos imperios lo hicieron. El trueque era su forma de intercambio. El imperio romano no basó su gobierno en la moneda. De nuevo estamos ante una argumentación simplista, ya que fueron muchos otros puntos en los que se apoyó.

La afirmación “los antiguos romanos estaban acostumbrados a ser derrotados” no sé (ni explica) de dónde ha podido obtenerla.

Y así, un montón más de referencias, pero no quiero cansar al lector. Mejor que lea el libro y juzgue él mismo. Eso sí, que comience su lectura sabiendo qué tiene entre manos.

Populismo en forma de libro.

1 mar 2024

Si lees libros de historia debes saber esto.


¿Sabías que no todos los libros tienen el mismo nivel a la hora de aportar conocimientos?

Muchos son los libros que inundan las librerías a los que ponemos la etiqueta de #divulgación, pero hay diferentes niveles, y es muy importante distinguir entre unos y otros para saber qué calidad tienen los conocimientos que nos aportan.

Una pequeña explicación:

1. La científica.  Obviamente debía ocupar el primer lugar.  No siempre su lectura es inaccesible para el lector "de a pie".  Hay muy buenos libros científicos accesibles para todo el mundo. Escritos por especialistas (científicos investigadores) en el tema.  Siempre serán rigurosos y en muchos casos aportarán hipótesis.

2. Alta divulgación.  Muy cercana a la científica, tiene sus notas a pie de página, pero los temas sobre los que se escribe son de interés general.  Escrita por especialistas en el tema con una buena formación. Analizan y te obligan a plantearte preguntas.

3. Divulgación.  Puede o no llevar notas a pie de página. Puede estar escrita por un especialista en divulgación o por un especialista en la materia.  Su objetivo es llegar a todos los públicos.  No profundiza y su pretensión es aportar a la sociedad lo que los cientificos han escrito ya.

4. Divulgación novelada.  Te cuenta dodo pero pero con mucha literatura.  Suy lectura es ágil.  Sin notas a pie de página. Su pretensión es divulgar y entertener.  

5. Divulgación ficcionada.  Los huecos se rellenan con datos que muchas veces son presentismos, analiza sin conocimiento. Aunque muchas veces está escrita por personas con grandes conocmientos se nota mucho que no tienen una formación como historiadores.  Dan por buena cualquier cosa y a veces incluso lo que su imaginación les convenza de que es bueno.  El divertido leerlos, pero hay que tener mucho cuidado porque gran parte del texto es invención.



Y sí, la novela no es divulgación, es ficción, por mucho que te guste, te divierta y aprendas con ella. Eso sí, cómprala y disfrútala.

22 nov 2023

¿Eran bajitos los romanos?




Cuántas veces hemos leído este dato en los libros de divulgación: los romanos eran bajitos. ¿Es verdad esta afirmación?

No, no lo es. Los romanos no eran bajitos, o al menos no tanto como nos imaginamos.  Su estatura era similar a la actual.

Veamos...

Tomando como dato los hombres que perecieron en Herculano y Pompeya durante la erupción del Vesubio, se estima que la altura media de un romano (ellos) era de aproximadamente 1,70 m. Se ha encontrado el caso de un soldado que medía 1,75 m. (el más alto) y un timonel 1,73 m. Otros cuerpos masculinos medían 1,68-1,69 metros.

Vegecius (Compendio de técnica militar V, 5, 1), en el periodo del Principado, nos cunta que los soldados de la primera cohorte de una legión o el ala de caballería debían medir idelamente seis pies de alto, aunque el mínimo era de cinco pies y diez pulgadas, es decir, entre 1,70 y 1,77 metros.

Lo más interesante es que la estatura media de los españoles hoy en día es de 1,76, es decir, ¡¡solo 6 cm. más!! y en Italia... ¡¡1,74!! solo 4 cm. más.




¿Y de dónde surge esta idea? Porque todo depende desde el punto de vista desde el que se mira la Historia. Un inglés o un alemán es fácil que consideren que 1,70 m. sea bajito, cuando ellos tienen una altura media de 1,80 m. en la actualidad.

Hablar de que los romanos eran bajitos es otro caso de presentimos y de desconocimiento del contexto mediterráneo, tanto en la antigüedad como en la actualidad.